Marcado por un profundo desnivel, se trataba tradicionalmente del barrio de pescadores de Mahón, con algunas construcciones dispersas, como la capilla dedicada a San Pedro, y con aspecto de barranco.
En el contexto del Plan Especial de Reforma Interior y Ensanche de la ciudad de Mahón (1944) Josep Claret formula un proyecto que en 1953 se convierte en el definitivo de reforma para completar la urbanización de una zona muy céntrica e integrar la magnífica fachada de la Casa Mir. Consta de rampas para circulación de los vehículos que salvan el desnivel y una escalera que deja paso a los peatones.
Los jardines de alrededores a la escalinata reciben el nombre de Parque Rochina y actualmente se está llevando a cabo la construcción de un ascensor que conecta desde el parque hasta el Claustre del carme.